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Relato – No te Recuerdo

Precioso y emotivo relato que hemos recibido por correro electrónico. Esperamos que os guste.

NO TE RECUERDO

Estoy en la habitación, no recuerdo mi mesilla, tomo el sol tras la ventana apoyado en una silla.

Veo un jardín florecido, cien árboles bien podados, unos bancos repartidos y trato de recordarlos.

¿Cuándo sembré aquellas flores?, ¿Cuando he tenido jardín?

Cuantas cosas novedosas, están ocurriendo en mi, mientras mi interior se esfuerza en saber donde viví y vivir sé que estoy vivo y vivo por descubrir quién soy y como me llamo y como he llegado aquí.

Llegas de pronto y te veo, tu sonrisa que me invade hace romper el silencio de recuerdos que no valen.

Me besas, me abrazas, coges mis manos con fuerza, me transmites que me amas y no acabo de entender, y mientras miro tus ojos dos gotas mojan tu piel.

Me cuentas que estás contenta preguntas como estoy yo, los chicos están en casa y los nietos se divierten, mañana como es domingo vendremos todos a verte.

Me dices amado mío, la casa está muy vacía te echo mucho de menos, me das un beso de nuevo mientras maldices la vida.

Escucha bien lo que digo, no estoy ni loco ni cuerdo, simplemente no me acuerdo, de haber vivido contigo.

Lo que cuentas es bonito y parece realidad hago un esfuerzo tremendo, no lo puedo recordar, bien es cierto que aunque extraño te lo juro y no te engaño que al verte entrar he sentido que mi alma se ha encogido y tú me hablas de amar y no dudo que te he amado pues mi miedo se marcho cuando llegaste a mi lado.

Me explicas que en mi cerebro las cosas están cambiando que tengo una enfermedad que no sabes pronunciar, pero miro el corazón y desvela muchas cosas que no entiende mi razón. Sin duda te habré querido habremos sido felices pero tú ya me has contado que sin saber la razón todo aquello que sentimos ha dejado huella en ti y de mi se ha disipado.

Escucha bien lo que digo, no estoy ni loco ni cuerdo, simplemente no me acuerdo, de haber vivido contigo.

Tu voz encaja en mi oído pero mi mente perdida no recuerda cuando fue, como llegaste a mi vida, tu olor despierta mi olfato, tu piel excita mis yemas, mis neuronas destrozadas no encuentran la conexión buscándote en mi cerebro, rascándome la razón, lo que no hallo en mi cabeza retumba en mi corazón.

Si te quise lo celebro, pareces buena persona si me amastes lo gradezco si nuestra vida fue así y no lo dudo un instante haber vivido a tu lado no me marcó lo bastante, aunque sé que si lo hizo, solo tengo que mirarte.

Hoy es un día precioso estás conmigo y me siento acompañado no sé si al amanecer todo se me habrá olvidado y si de nuevo vendrás y me cogerás las manos, me dirás cosas preciosas me contaras maravillas te marcharás otra vez y me quedaré de nuevo observando ese jardín apoyado en esta silla.

Escucha bien lo que digo, no estoy ni loco ni cuerdo, simplemente no me acuerdo, de haber vivido contigo.

Enfermo de alzhéimer.

Manuel Carpallo – Diciembre 2012. SENTIDO.-

A continuación explicaré las razones que me han llevado a escribir esto sobre una enfermedad muy especial y diferente a todas las demás. Es un texto precioso y triste, pero que lleva una carga de positividad y apoyo incondicional, tanto a las personas que padecen la enfermedad, como a sus familiares y profesionales que los atienden.

La intención es alentar a familiares y amigos de los enfermos, a no cejar en su empeño de estar en permanente contacto con ellos, porque según mis teorías y creencias, estas personas enfermas, SÓLO han perdido la capacidad de gestionar y transmitirnos sus sentimientos, pero no la esencia de los mismos, ni jamás la perderán.

El CORAZÓN y el CEREBRO, son dos órganos de vital importancia en la subsistencia del ser humano. Si se nos paraliza el CORAZÓN, nos morimos instantáneamente, y si se nos paraliza el cerebro, sin posibilidad de recuperación, nos quedamos en situación de MUERTE CEREBRAL.

El corazón (Músculo) bombea la sangre que oxigena y alimenta nuestro cuerpo, incluyendo al cerebro, y el cerebro (Órgano blando) gestiona nuestros movimientos, la palabra, las acciones, etc. etc.

Si nos centramos en LOS SENTIMIENTOS, no existe máquina ni prueba médica que pueda saber donde se encuentran los mismos, y su estado de salud. Aunque muchas veces, cuando hablamos de SENTIMIENTOS, decimos que nos “SALE DEL CORAZÓN”, es evidente que los mismos no se encuentran en dicho músculo, y cuando expresamos nuestros “SENTIMIENTOS”, utilizamos el cerebro para gestionar dicha expresión, sin que por ello los mismos se encuentren en dicho órgano.

Los sentimientos están en nuestro “YO”, y según las creencias de cada persona, le podemos llamar “ALMA”, “ESPÍRITU”, etc.

Entendidas así las cosas, cuando nos enferma el corazón, podemos seguir transmitiendo a los seres queridos nuestros “SENTIMIENTOS”, pero cuando nos falla gravemente el cerebro, como sucede con el ALZHEIMER, nos fallan muchas capacidades (La memoria, la ubicación, la estabilidad, etc. etc.), pero esto no afecta a nuestros SENTIMIENTOS. Todo esto deja de manifiesto que los SENTIMIENTOS no radican concretamente en ningún órgano o parte física del cuerpo.

Incluso, después de nuestra muerte física, nos planteamos “¿Donde van nuestros sentimientos?”. Habiendo personas que aseguran poder seguir sintiendo la presencia de seres queridos durante largo tiempo.

Bajo mi forma de ver las cosas y mis creencias, las personas enfermas de “ALZHEIMER”, pierden la capacidad de gestión de su cerebro, pero sus SENTIMIENTOS siguen estando intactos en su “ALMA”, sólo que les falla el sistema de poder transmitirlos. Por ello creo que es absolutamente necesario estar ahí siempre con ellos, con nuestros seres queridos enfermos, porque aunque no puedan transmitirnos, como siempre lo hicieron, sus SENTIMIENTOS, siguen estando ahí, y la presencia de sus seres queridos seguirá alimentándolos y no sufrirá “SU ALMA”, aunque parte de su cuerpo haya enfermado. Esto sin duda los reconfortará en su “YO INTERNO”, y les ayudará a soportar esta cruel enfermedad de manera totalmente diferente.

Manuel Carpallo.

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